Breve biografía


   Juan Subercaseaux Sommerhoff nació en Santiago de Chile el 31 de Octubre de 1943. Estudió en el Colegio Patmos de Viña del Mar. En 1969 viajó a Madrid, estudiando  Ciencias Empresariales en la Universidad de Deusto. A su vuelta a Chile en 1972, junto con trabajar para mantenerse, inició sus estudios de pintura en la Sociedad Nacional de Bellas Artes. Posteriormente, desde 1982, viajó en tres oportunidades a Reichenau, Austria. En ese lugar aprendió la técnica mixta de pintura, creada durante el Renacimiento Holandés. Esta técnica,  que fue rescatada por el maestro austríaco Ernst Fuchs, emplea la témpera de huevo para dar las luces y veladuras de óleo para los colores. Juan Subercaseaux se dedica exclusivamente a la pintura desde 1998.

Algo sobre mí trabajo


Por JUAN SUBERCASEAUX



Debo agradecer a mi madre Gerda Sommerhoff y a mi abuela Ximena Morla por despertar mi primera curiosidad por la pintura. Ambas pintaron durante casi toda su vida y verlas trabajar en ese oficio fue para mí algo habitual cuando niño. Sin embargo yo comencé tarde, a los 27 años. Al principio fue sólo dibujo. Dibujaba todo lo que veía. Estudiaba como funciona la naturaleza: Dibujaba las ramas de los árboles, el agua, las nubes, el efecto de la luna sobre el cielo y muchas, muchas veces, a mis hijos mientras crecían. Esto debe haber durado unos seis años. Luego comencé a pintar. La pintura era algo tan importante, que mi gran miedo era perder el interés por ella. Gracias a Dios, eso todavía no ocurre. Mi primer maestro, aunque informalmente, fue Thomas Daskam. A mi juicio el pintor realista mas dotado de Chile en los años 70, 80 y 90. En ese tiempo, Tom vendía todo lo que pintaba a precios insólitos Mucho de lo que sé se lo debo a él. Completé mi formación en Viena, donde tomé contacto con un movimiento de pintura fantástica y visionaria. Ahí, en tres viajes sucesivos, aprendí la técnica mixta. Esta técnica, heredada del renacimiento holandés, consiste en crear las luces, o sea las formas, usando témpera de huevo blanca y los colores usando veladuras de óleo. Un ejemplo de como opera esta técnica está en la obra “El viaje imposible, segunda versión”. La figura completa de la niña tiene un solo color, tierra de siena tostada. Y sobre ese color la témpera de huevo blanca, que crea los volúmenes. Lo que hubiera correspondido era seguir con los colores de la piel y el traje de baño de la figura. Pero preferí dejarlo así, por la fuerza que a veces da la simpleza. Otros maestros fueron mi hermana Ximena, pintora que vive en México, que sin darse cuenta y a veces hasta por teléfono me enseñó cosas fundamentales. Y también Jorge Martínez García, autoridad absoluta del grabado en Chile. Tengo otros maestros pero nunca los conocí: Antonio López García, Caspar David Friedrich, Arnold Böklin, Grant Wood, Edward Hopper, José Tomás Errazuriz, René Magritte y muchísimos otros más. Antes de pintar cualquier cosa, primero investigaba como lo habría hecho uno de mis maestros. Sus libros están en mi taller, muy deteriorados por el uso, con las huellas de mis dedos manchados de pintura. Nunca tuve la paciencia de lavarme las manos antes de tomarlos.